Fotografías de El Pozo de los Humos

Tipo de lugar de interés: Paraje Natural

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Profesional de turismo

Lugar de interés publicado: 19/05/2021

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Descripción

El Pozo de los Humos es una cascada de 50 metros de altura situada en el río Uces a su paso por las localidades de Masueco y Pereña de la Rivera, en Salamanca.

 Forma parte del Parque Natural de los Arribes del Duero, cuyo bellísimo paisaje se caracteriza por el contraste entre llanuras y profundos cañones. 58 son las poblaciones que acoge el parque, con un total de casi 22.000 habitantes. Su rica y variada flora y fauna están compuestas por especies típicas de las localizaciones mediterráneas. Las paredes rocosas que se levantan a lo largo del río Duero pueden alcanzar una altura de 200 metros. Hasta quince miradores se reparten por toda esta extensión que facilita las impresionantes vistas.

El Pozo de los Humos es una pequeña parte de lo que puede verse a lo largo del parque de Arribes del Duero, pero tal vez sea lo más espectacular. Para llegar hasta la cascada, podemos hacer algunas rutas de senderismo, pudiendo empezar tanto en Masueco como en Pereña de la Ribera. Si partimos de la primera, la ruta será cortita y nos llevará hasta la zona alta del Pozo de los Humos. Aquí se construyó una pasarela y un mirador que nos permite disfrutar de unas vistas increíbles del salto de agua. Si, por el contrario, partimos de la segunda localidad, veremos la cascada a lo lejos, pero en todo su esplendor.

 El Pozo de los Humos toma su nombre de la repentina caída del agua al chocar contra las rocas del fondo de la cascada. Entonces, una niebla de vapor de agua se forma creando un verdadero espectáculo visual. Eso sí, para que esto ocurra, es necesario que el río lleve mucho caudal, cayendo con mucha fuerza. Esto ocurre en épocas de lluvias o deshielos.

Antes de llegar al Pozo de los Humos, el río se bifurca originando otro salto de agua llamado Pozo de las Vacas. Según la leyenda, se llama así porque fue en este lugar donde un carro tirado por dos vacas y cargado de trigo, se precipitó al vacío. Se dirigía a uno de los molinos cercanos.

Un par de datos curiosos… En primer lugar, National Geographic hizo un listado de las 20 maravillas naturales de nuestro país. El Pozo de los Humos está en el octavo lugar.

El segundo dato es que el escritor Miguel de Unamuno quedó tan fascinado con la cascada que dejó constancia de la belleza del lugar en un relato publicado en 1898, en la revista “Ecos Literarios”. A continuación, os dejamos parte de este.

“El primer pueblo de La Ribera a donde llegué fue Masueco... Al siguiente día de mi llegada fuimos a ver la cascada de los Humos, en los arribes de uno de los afluentes al Duero... Es singular el atractivo del agua. Estaríase uno las horas muertas contemplándola fluir, dejándose ganar el espíritu por la sensación purísima que su constante curso nos produce. El agua es acaso la que mejor imagen nos ofrece de la quietud en el movimiento, del solemne reposo supremo que del concierto de las carreras de los seres todos surge. En el estanque duerme el agua reflejando al cielo, pero con no menos pureza lo refleja en el cristal de un sosegado río, cuyas aguas, siempre distintas, ofrecen la misma superficie siempre. Y en la cascada misma, por donde se despeña bramando, preséntanos una vena compacta, una columna que acaba por parecer sólida. ¡Enorme fuerza la que, sin aparato alguno, con la sencillez del coloso, despliega!... Es una de las más hermosas caídas de agua que pueden verse entre aquellos tajos adustos. Divídese la cascada mayor en dos cuerpos debido a un saliente de la roca, y va a perderse en un remanso de donde surge el vapor que ha valido al paraje el nombre de los Humos. Junto a la inmensa vena líquida, a su abrigo, en las quebraduras y resquicios de la roca, anidan palomas que revolotean en torno del coloso. Este irá desgastando poco apoco el desnivel que le produce, y es seguro que cada año se achica la cascada, aunque sólo sea en un milímetro o en fracción de él. ¡Los siglos que habría necesitado el agua para excavar tales tajos y reducir análogas cascadas!”


Merece la pena visitar este espectacular lugar, sobre todo aconsejamos que lo hagáis de noviembre a mayo, que es cuando más caudal baja por el río. Las dos rutas que se proponen son cortitas y muy sencillas, aunque debéis estar preparados mentalmente si tenéis vértigo y os asomáis al mirador.

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