Al lado de Albaicín encontramos el barrio de Granada con más secretos y enigmas, el Sacromonte, por esto es considerado por muchos el auténtico barrio distintivo de Granada. Su nombre proviene de las reliquias de San Cecilio halladas en la zona, en torno al siglo XVI, y unas misteriosas láminas de plomo con inscripciones (los Libros Plúmbeos); construyendo la Abadía del Sacromonte para la veneración de estos hallazgos.

La visita de la zona varía mucho dependiendo de si es de día o de noche:

• De Día 🡪 Permite dar un paseo con una gran vista de Granada, con la Alhambra y el Generalífe. El camino llano y cómodo forma parte del Paseo de la Harina, a mitad de la Cuesta del Chapiz.

Durante el paseo-mirador se ven, podemos ver, o adivinar, las que serían las casas-cuevas del Sacromonte donde se asentaron los gitanos granadinos durante el siglo XVIII. Excavadas por dentro y por fuera, con chimeneas como respiraderos. Al final del recorrido, se inicia la subida a la Abadía.

• De Noche 🡪 EL Sacromonte se considera el centro neurálgico de la Granada flamenca y jonda, ya que todos los días se celebran espectáculos organizados y pueden disfrutarse exposiciones espontáneas, con un poco de suerte. Las zambras del Sacromonte (cuevas usadas como tablaos) son un gran reclamo turístico ya que muchos viajeros no se van de Granada sin vivir una original noche de cante y baile flamenco, con cena de la tradicional tortilla del Sacromonte (con jamón y pimientos entre otros ingredientes).

En el Paseo en sí encontramos el Aljibe del peso de la Harina. Se sitúa en la Cuesta del Chapiz, a la derecha con la escultura que homenajea a “Chorrojumo”, uno de los gitanos más conocidos de la Granada de finales del siglo XIX, estando el Aljibe (también conocido como Rabad al-Bayda) un poco más arriba en la calle. Este dispositivo de agua es distinto a otros aljibes que encontramos a lo largo del barrio, ya que posee una doble boca. 

Podemos encontrar tantos aljibes a lo largo de Albaicín debido a que estas obras hidráulicas están relacionadas íntimamente con el culto religioso musulmán. La mayoría fueron construidos junto a los oratorios musulmanes, contando así con entorno a 64 oratorios musulmanes a finales del siglo XV.

El Aljibe del Peso de la Harina consta de un depósito de una única nave de planta rectangular, dividida en dos tramos de alturas diferentes; cubierto por una bóveda de cañón que sobresale del suelo.

Fue llamado el “Aljibe del Peso de la Harina”, dado que en esa zona se encontraba el Peso de la Harina, un lugar donde los diferentes molinos de harina que había y que usaban las aguas de las acequias para moler el trigo, pesaban su harina para proceder a pagar los impuestos correspondientes.

La zona en sí, en especial la cuesta del Chapiz, es difícil, sino imposible, no recorrerla en alguna ocasión, por lo que se aconseja disfrutar de la experiencia.