También conocido por el nombre del Parque de los Desvelados. Se encuentra situado a un par de kilómetros del pueblo de Estella.

Este parque es una obra del artista Luis García Vidal quien transformó este lugar en plena naturaleza en un rincón especial en el que poder reflexionar sobre la actualidad haciendo alusión a la muerte, centrándose en este tema tras la muerte de su hermano por un cáncer y siendo él mismo víctima de un accidente de tráfico.

Debido a estos sucesos que tuvo que vivir el artista encontramos el parque lleno de calaveras esculpidas en todas partes con los materiales de construcción más variados, desde la roca misma hasta madera y telas, además de encontrarse decoradas con pintura para resaltar detalles como el color blanquecino y la oscuridad de las enormes cuencas de los ojos de las diversas calaveras. Podemos encontrarlas de todas las maneras y formas posibles por imaginar, unas se hallan a ras del suelo, como si brotaran de la tierra; y otras se alzan en pedestales; también las podemos encontrar sujetas a muros de piedra y asentadas en montículos.

La zona también tiene otros tipos de esculturas que acompañan a estas calaveras como es el caso de algunos coches situados de forma que simulan accidentes de tráfico o un cochecito de bebé con un espeluznante mensaje “Cuando sea mayor seré futbolista, si el destino quiere”.  El artista con estas alusiones a la muerte lo que parece querer expresar es la idea de perderle el miedo a la muerte.

Así podemos ver que, aunque su significado pueda parecer espeluznante, estas esculturas de calaveras han sido concebidas de forma caricaturesca con formas tan estilizadas que casi resultan graciosas en comparación. Pero el autor no se paró allí, también podemos encontrar otras esculturas de calaveras en sitios como La Rioja.

Paradójicamente, se encontró al autor, Luis García Vidal, muerto en este parque en el 2008, rodeado de todas las calaveras que imaginó y pudo llevar a la realidad.

Desgraciadamente, estas obras se van deteriorando con el tiempo y la vegetación va creciendo en ellas destruyendo irreversiblemente estas figuras construidas con zumaque y, irónicamente, con las plantas que las devoraran. Debido a esto son unas esculturas cuyos elementos evolucionan con el paso del tiempo. Primero eran enormes esculturas construidas con palos de un tipo de arbusto llamado zumaque, malla conejera, malla mosquitera y pintura. A estos se unieron posteriormente varios coches destrozados que habían quedado destrozados por los accidentes. Y la última adquisición fue una sillita de niño rota por un coche que se llevó la vida del bebe, acompañada por la siniestra placa con la frase que mencionamos anteriormente.