Descripción
Es una casona señorial que pertenecía al castillo y conserva restos en su interior.
Ha sido restaurada con sumo cuidado y mucho mimo, manteniendo su estructura de madera y piedra, así como mobiliario antiguo.
En la 2ª planta se ofrecen 3 habitaciones dobles con baño en su interior.
Una de las habitaciones tiene salita propia y las otras 2 habitaciones un salón común para descansar, ver la TV, leer, jugar una partida.
Hay también una terraza con unas vistas preciosas al pueblo medieval y a sus estrechas y empinadas calles (tex. rural-Gt).Miranda del Castañar es el pueblo mas antiguo de la Sierra de Francia.
A una altitud de 600 mts, sobre una colina y en la confluencia de los ríos Francia y s. Benito, cubriendo uno de los pasos naturales de Extremadura a la Meseta Castellana.
Su muralla data del S. XIII y la torre del homenaje del S. XV.
Conserva el entramado medieval de sus calles al estar constreñidas por la muralla y sus casonas señoriales conservan el linaje de sus escudos en las fachadas.Próxima a pueblos de gran interés como: La Alberca, Mogarraz, Candelario, Ciudad Rodrigo, Hervás.Toda la sierra está unida y enlazada por caminos y sendas que, o bien a través de bosques de castaños, de robles, de madroños, o bien a través de viñedos, de cerezales, de olivares, de jaras
convierten el paseo en un disfrute intenso y lleno de paz.El Parque Natural Batuecas-Sierra de Francia, aún estando situado en la meseta castellana, su estructura geológica está volcada a Extremadura, de donde recibe la calidez del clima que junto a la alta pluviosidad, da lugar a una ,
diversidad de vegetación albergando tanto especies de clima mediterráneo: vid, olivos, madroños, chumberas
y especies de clima continental: alcornoques, castaños, encinas, tejos, nogales.
Es muy fácil encontrar cabra montés, águila calzada, cigüeña negra, buitres leonados y algo más difíci: jinetas, linces, lagarto ocelado, lirón careto, culebra bastarda.El río Batuecas, de aguas totalmente transparentes, es en el verano un lugar de baño excelente y refrescante y durante todo el año, un lugar de paseo tranquilo y lleno de espiritualidad.
Hay otros ríos en la sierra, que nos ofrecen a lo largo de su recorrido por los pueblos, pozas tranquilas y nobles para darnos un buen baño, que podemos culminar con una agradable merienda a la orilla del agua escuchando el canto de ranas y grillos.