En el centro de la provincia de Soria, cerca del nacimiento del río Duero, en plena zona pinariega, el pueblo de Molinos de Duero, famoso por sus viejas casonas carreteras de los Siglos XVI a XVIII, ofrece un rincón apacible lleno de encanto .El Edificio:Restaurado en 1994 a partir de los cimientos de las antiguas escuelas, el Hostal San Martín está completamente renovado y adaptado a las exigencias del turista de hoy . El Hostal ofrece aparte de su confort moderno, un ambiente rústico, auténtico y cálido.En su interior encontraremos bonitas habitaciones que incluyen baño completo, televisión, acceso a Internet 24h por red inalámbrica, calefacción central muy eficaz para hacer frente a los fríos inviernos y un ambiente muy acogedor . Cada una de ellas dispone de una decoración propia lo que hace el encanto del Hostal en su conjunto . Existen varias modalidades de habitaciones, simples, dobles e incluso habitaciones comunicadas entre sí para los matrimonios que viajen con niños . Todas ellas ofrecen vistas muy dispares pero no por ello menos bellas. Podemos ver el monte con sus colores propios de cada temporada, la Iglesia muy característica del pueblo de Molinos de Duero y el pueblo en sí con sus viejas casonas de piedra y la plaza como centro de todas las actividadesRestaurante:El Hostal dispone también de un restaurante muy acogedor, de ambiente íntimo y familiar en el que el viajero podrá reponer fuerzas degustando todas las especialidades que ofrece la gastronomía soriana . Toda la comida es casera y según las temporadas se podrán degustar los manjares más típicos que ofrecen tanto el monte como el río (setas, hongos, truchas, cangrejos y todo tipo de carnes, etc...)El Bar:Al igual, el Hostal consta de un bar donde puede palparse todo el ambiente del pueblo . Es el lugar de reunión tanto de los habitantes de este bello lugar como de la gente de paso, pescadores, cazadores o pueblos colindantes . En él podrá disfrutar de todo tipo de tapas caseras a la hora de hacer un alto en sus actividades.Molinos de Duero (premio turismo en 1996):La localidad de Molinos de Duero fue, hasta la llegada del ferrocarril, plaza importante de la Hermandad de Carreteros Soria-Burgos, la más importante de España de la Cabaña Real de Carreteros que comenzó a tener privilegios reales en 1497 con los Reyes Católicos para perderlos en 1836. Molinos fue por lo tanto una de las poblaciones con mayor concentración de carretería. Se dice que llegó a tener 872 carretas tiradas por 2.617 bueyes en 1753. Dichas carretas con la ayuda de bueyes transportaban sal, madera, municiones y piedras para la construcción.De este pasado glorioso quedan en Molinos las mejores casonas carreteras de la Provincia de Soria de los siglos XVI a XVIII. Algunas de ellas se reprodujeron en El Pueblo Español de Barcelona. Su estructura es bastante simple componiéndose de dos pisos, con aleros saledizos anchos de madera, balconaje de madera, piedra de sillería y forja en las ventanas. Incluso alguna de ellas conserva aún la tradicional chimenea cónica pinariega típica de esta zona.En numerosas fachadas de estas casonas se observan inscripciones pero sobre todo destacan los blasones labrados en tiempos pasados. El Hostal San Martín conserva uno de ellosAlrededores:Dos paseos son obligados a la hora de venir a Molinos de Duero. El primero bordea el río Duero hasta el vecino pueblo de Salduero. En él se encuentra la ermita del Santo Cristo que guarda en su atrio los emblemas de la pasión en madera. El segundo discurre río abajo casi metido en el pinar y se extiende hasta la localidad de Vinuesa recorriendo un antiguo camino romano. En él encontraremos una inscripción romana del Siglo II, un puente romano-medieval y 2 manantiales mineromedicinales.