Se levanta dentro del casco urbano distribuida en tres plantas.La madera de castaño utilizada en las vigas del techo, el barro cocido y pintado a mano inundan la casa de bienestar y tranquilidad.Está climatizada con aire acondicionado y calefacción central, además de chimenea de leña en el salón.Es obligado comenzar la mañana disfrutando de un café o un té en la terraza, cuya disposición privilegiada nos sumerje en un paisaje donde la luz, el agua y el aire limpio agudizan los sentidos (txt.R.Gest). El río Guadiana y Portugal nos harán de marco irrepetible.Está lista para acoger a cuatro personas, disponiendo de todas las comodidades.....Sanlúcar de Guadiana se sitúa en el extremo occidental de la provincia de Huelva, a orillas del río Guadiana que ejerce de frontera con la vecina Portugal."La tranquilidad y belleza que nos ofrece la naturaleza en este espacio tan singular, nos permite relajarnos paseando por los sinuosos caminos que recorren las orillas del Guadiana".…Agua lleva a su paso por Sanlúcar este río, llamado Anas en la antigüedad romana.El Guadiana ha sido a lo largo de los años un elemento geográfico inherente a la vida de este pueblo.En otros tiempos testigo directo de guerras con Portugal e importante vía comercial para el transporte de mercancías, desde los S. XIII-XIV, hasta la mitad del S. XX.Como consecuencia de ese pasado nos encontramos hoy con esta hermosa villa fronteriza, construida alrededor de la iglesia, en una colina que cae hacia el río.La luminosidad que ofrece el encalado de sus casas, sus intrincadas cuestas, el pequeño puerto fluvial, los cañaverales de las riberas y las vistas de Alcoutím, representan por sí sólo un espectáculo de singular belleza.Se puede visitar la Iglesia de Nuestra Sra. de las flores y su retablo, fabricado con cajetillas de tabaco, en el que se ubican tres tablas del S.XVI de la escuela franco- florentina, los molinos de viento y el Castillo de San Marcos, desde el que se disfrutan de unas excelentes vistas de todo el entorno. Dar un agradable paseo en barco por el Guadiana, o cruzar a la orilla portuguesa y visitar la Iglesia de la Consección, el Castillo con sus restos arqueológicos o bien darnos un refrescante baño en la playa fluvial.