Se trata de una Cascada natural situada en uno de los pueblos más hermosos de Burgos, Orbaneja del Castillo. Esta localidad tiene un encanto propio, siendo uno de los más visitados dentro de la provincia Burgos, lo cual significa mucho, pues Burgos es una provincia grande que tiene mucho turismo rural. A pesar de su nombre no encontraremos ningún castillo en el pueblo, pero si encontraremos grandes atractivos naturales y una gran belleza en el mismo pueblo y alrededores.

El camino al pueblo tiene como guía al agua. En la subida al pueblo hay que seguir el río y a lo largo del camino encontramos una serie de pequeñas pozas de agua color turquesa que no parecen de este mundo. Su preservación, prohibiendo el baño, ha permitido que esta maravilla de la naturaleza no haya sucumbido al desgaste y suciedad que el turismo de masas suele traer consigo.

Orbaneja del Castillo es por lo general un pueblo tranquilo y sosegado, que ve esta calma afectada en los interesantes eventos que allí se celebran. Se trata de un pueblo medieval que, debido a su aislamiento, ha permitido que la huella del medievo no pase desapercibida, donde su conjunto histórico ha permanecido en un estado envidiable de conservación. Antiguamente aquí se encontraba un monasterio que podría confirmar que una parte del Camino de Santiago pasaba por la zona, pero actualmente ya no se conserva.

La cascada en sí es el conjunto de las aguas del arroyo que brota en su cercanía, que reflejan infinitos colores en su cristalina superficie, antes de precipitarse por la inolvidable cascada. El pueblo se encuentra en completa armonía con la cascada. Las casas aprovechan la topografía del lugar siendo así casas montañesas que se abren a las históricas y escalonadas calles que aprovechan sus escasas y estrechas terrazas tobáceas. Recorrer las calles suele resultar en una experiencia única que se nos transportará en espacio y tiempo a la misma época en la que se construyeron.

En el pueblo convivieron durante siglos mozárabes, cristianos y judíos; de lo cual quedan como recuerdo nombres de calles. Además, el lugar fue elegido por los templarios para levantar el Convento y Hospital de San Albín, encargados de ofrecer albergue y protección a los peregrinos del Camino de Santiago.

La Cascada nace en el mismo centro del pueblo, lo que permite que esta se escuche por todo el lugar y en todo momento. Debido a esto la cascada se convirtió en la protagonista de la estructura urbana de la zona.

La Cueva del Agua, de la que provienen las cristalinas aguas de la zona, se abre en el cantil rocoso que preside el pueblo y divide a este en Villa y Puebla, condicionando así la vida de los vecinos. Esta cueva es visitable, tiene un coste simbólico y podrás adentrarte en la tierra para ver el nacimiento del agua.