Enclavado en pleno centro histórico de la villa marinera y turística de Luanco, junto al puerto, en la zona inigualable del Cabo Peñas, en el principado de Asturias, se encuentra el Restaurante Robus. En la modernidad se denomina, según las tarjetas, "robus.restaurante" y está preparado para suscitar el asombro de los comensales con sus exquisitos platos. Uno de ellos, el rey, hace mención al nombre. El sonrosado color de su frescura inicial se torna blanco en toda su carne una vez cocinado y experimenta un sabor y una textura realmente maravillosa.Lo recomienda nada más sentarse en uno de los dos saloncitos el maître Guillermo Coviella Álvarez, atento y servicial. Mientras se espera la mesa, se sirve en la barra una sidra natural, bien escanciada por otro de los valores de la casa, Juan Carlos García Moreno, que vierte el líquido de color ambarino en un vaso desde una altura de metro y medio que separa la botella del recipiente, sin verterlo fuera. También tira muy bien la sidra Javier Kebler. Todo bajo la atención del propietario, Robustiano Rodríguez, "Robus", un experimentado hostelero que lleva 42 años en el negocio. Su restaurante se llena en los meses de verano y hay que extender el servicio a las terrazas. No en balde se come centollo, percebe, quisquilla, bugre, nocla y todo tipo de exquisitos pescados del Cantábrico. Y también carnes rojas del Principado. Y postres, caseros, desde el arroz con leche al tiramisú. El gerente, Javier Rodríguez, se encarga de que todo esté perfecto, desde las compras de los productos hasta el servicio ofrecido. Para ello, Dionisio Morán, el jefe de cocina, pone toda su experiencia en la preparación de los platos.El restaurante complementa a los dos hotelitos de la misma empresa, de 14 habitaciones, que están al lado: laplaza.hotel I y laplaza.hotel II. Son alojamientos con encanto. Uno de ellos es similar a los de París, con habitaciones abuhardilladas. Maravillosos.